Ding Liang, una mujer china de 63 años, quiso ir a ver a su hijo cuando se enteró de que había sido abuela. Sin embargo, él se negó a recibirla y el hecho repercutió en los medios locales.
La pobre mujer fue encontrada en la calle llorando desconsolada por la culpa de su hijo ingrato. Ay ay ay… Ding había viajado cinco horas hasta la ciudad de Hangzhou solo para conocer a su nuevo nieto, pero jamás pensó que su propio hijo sería tan… ¿Cómo decirlo?
En fin, el asunto es que cuando la mujer llegó a su destino, su primogénito le indicó que no quería verla… ¡Porque es muy fea! La verdad que da gusto tener hijos así. El muchacho se había marchado hace varios años del nido de su madre para empezar sus estudios universitarios, donde no le enseñaron buenos modales.
Pero esta patética historia ya tiene un antecedente: la mala onda comenzó cuando Ding asistió al casamiento del joven vestida como una campesina. Evidentemente, a su hijo le importaba más brindar una buena imagen que el amor por su mamá.
Es cierto, para ser justos, convengamos que la señora no es la más bonita del país asiático. Sin embargo, madre hay una sola, y la fealdad de ella, él la heredó en el corazón ¡Ojalá que te encuentre y te tire de la oreja! Mocoso insolente…
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