Diego Maradona será operado en las próximas horas por un hematoma subdural. El diagnóstico se supo este martes, pasadas las 15, mientras cursaba su segundo día de internación en una clínica privada de La Plata. Estaba alojado en la habitación 214 con un cuadro de anemia. Lo estaban estabilizando. Se lo veía bien. Incluso con ganas de hacer chistes. Incluso se se especulaba con que este miércoles conseguiría el alta médica. Sin embargo, un nuevo estudio ayudó a detectar esta lesión en el cerebro y alteró los planes de todos.
La premisa ahora pasará por ahora por encaminar la intervención que se llevará a cabo en las próximas horas en la Clínica Olivos, del Norte del GBA. Atrás quedaron otras prioridades que pasaban por su condición clínica para más tarde atacar su principal problema: una inestabilidad emocional que se había agravado en los últimos meses y que en las últimas horas había tocado su punto más profundo.
¿Qué fue lo que le pasó a Maradona? ¿Por qué se tomó la decisión de la internación que permitió detectar esta dolencia?
“Está mal psicológicamente y repercute en el cuerpo. Se alimenta mal, te cambia todo. Es el factor principal que lleva a que sea internado”, sostuvo Leopoldo Luque, el neurocirujano que en los últimos meses devino su médico de cabecera. Y detalló: “Es una persona de edad, con muchas presiones en su vida, cumplió 60 años y hay que ayudarlo. Es difícil ser Maradona”.
La muerte de Doña Tota, en 2011, y de Don Diego, en 2015, fueron dos golpes durísimos para Maradona. Lo dice cada vez que puede. Y se quiebra cada vez que cae en cuenta que no están. Vuelve a caer en un pozo del que a veces le resulta muy difícil salir. Lo decía en una de las respuestas que le dio a Clarín el día de su cumpleaños.
"Fui y soy muy feliz. El fútbol me dio todo lo que tengo, más de lo que hubiese imaginado. Y si no hubiese tenido esa adicción habría podido jugar mucho más. Pero hoy eso es pasado, estoy bien y lo que más lamento es no tener a mis viejos. Siempre pido ese deseo, un día más con la Tota pero sé que desde el cielo está orgullosa de mí y que fue muy feliz", contaba el Diez que ya venía manifestando algunos trastornos anímicos por esos días.
Pero no solo se se trata de extrañar a sus padres. Diego, como en casi toda su vida, estuvo dentro de una montaña rusa emocional en los últimos meses. Todo sin conocer la lesión que en las próximas horas lo llevará al quirófano.
Los videos esperanzadores que circularon desde su cuenta de Instagram hace poco más de dos meses, en los que se lo veía activo y cumpliendo a rajatablas con el plan de recuperación que habían diseñado sus médicos, contrastan con la imagen que entregó el viernes pasado, el día de su cumpleaños 60, cuando participó, casi ausente y con dificultades para moverse, del festejo organizado para la previa del partido entre Gimnasia y Patronato de Paraná.
Tomado por Clarin
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